RESELLOS DE CENTROAMERICA

En la historia centroamericana, durante la época colonial, en los primeros años de la independencia, el periodo de la República del Centro de América y finalmente en las Repúblicas Independientes, la escasez de moneda fue una constante.

Este problema ocasionó que desde la época colonial hasta principios del siglo XX se permitiera la circulación de  moneda acuñada en diferentes cecas, lo que obligo a los Estados que más tarde se convertirían en Repúblicas independientes a marcar las monedas de buena ley para que sus ciudadanos y en muchos casos los ciudadanos de los Estados cercanos  pudieran diferenciar las monedas falsas, faltas de peso y de baja ley, este temor a recibir monedas de baja calidad ocasiono problemas en el comercio, los que llevaron la peor parte fueron los indios cuando les pagaban eran obligados a recibirlas por su valor facial y cuando ellos pagaban se las recibían por menos de su valor facial.

El Primer resello se realizó en Guatemala en el siglo VXII, en esa época Guatemala mantenía relaciones comerciales con Perú, con los pagos que recibió de sus exportaciones llegó moneda buena y moneda proveniente de la estafa de Potosí, conocidas como Rochunas, monedas con menos plata y más cobre, lo que obligo a realizar el primer resello o contramarca de la región para distinguir la buena moneda y traer tranquilidad a los comerciantes  y al publico en general.

Durantes el siglo XVIII y hasta la independencia, no se dan resellos en la región, la falta de numerario para el comercio y el uso diario obligo a varios Estados de la República Centroamericana a tomar la decisión de acuñar monedas que fueran lo mas parecidas posibles a las macuquinas en circulación. Era un proceso intencional de imitación.

No se disponía de medios para acuñar monedas diferentes y solo pudieron elegir piezas de fácil fabricación en talleres improvisados, esto debido a la falta de tecnología y mano de obra especializada. Para poder ser aceptadas por el publico imitaban a las macuquinas españolas en sus emblemas y forma, y precisamente la facilidad con que se acuñaban genero su falsificación, invadiendo la región de moneda de mala calidad, lo que obligo a marcar la buena moneda para diferenciarla de la falsificada que tenía menos peso y baja ley 

En los 50 años siguientes a la independencia, se dan resellos en: Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, en este periodo de inestabilidad política se da la mayor cantidad.

A finales del siglo XIX aumenta la producción mundial de plata, más rápido que la de oro, viéndose obligados a contramarcar monedas en Guatemala y Costa Rica.

A principios del siglo XX Costa Rica resella las monedas de plata por el doble de su valor facial, las de 25 centavos a 50 céntimos y las de 50 centavos a un colón.

 Razones políticas como el último resello centroamericano troquelado en Nicaragua después del triunfo de la Revolución Sandinista, hecho político que marca un cambio en la región. Este resello probablemente fue realizado por seguidores del grupo ganador ya que son muy raros y el hecho es muy reciente.

El diccionario de BURZIO lo define así: Resello, Moneda (también reacuñad, resellada o habilitada)

Llámese así la pieza monetaria a la que se le ha punzado un nuevo sello para su circulación, alterando su valor primitivo en más o en menos, o reafirmando la buena ley de su metal. También se resella cuando un acontecimiento político, militar, social, ha impuesto un cambio fundamental en la estructura orgánica, institucional o denominativa de un Estado. En general, los resellos han sido estampados por países extranjeros sobre moneda que no era la propia, para hacerse de numerario.

GUATEMALA

La contramarca guatemalteca de la corona sobre moneda peruana del Siglo XVII tiene su origen en acontecimientos acaecidos en la ceca de Potosí, que en aquella época pertenecía al reino del Perú, y que fue una de las principales fuentes de plata para la corona española. [1]

Las leyes de Indias eran severas, como las de la Metrópoli, en la represión de los delitos que cometiesen los ensayadores en el desempeño de sus funciones. Las penas variaban desde el pago doble del valor de las barras de oro y plata que ensayasen maliciosamente con falta de ley, hasta la perdida del empleo o muerte según la gravedad del delito cometido, como la impuesta a Felipe Ramírez de Arellano, ensayador de Potosí, que fue condenado después del célebre proceso instaurado hacia 1650, a la perdida de la vida y bienes, por haberse comprobado que las monedas por él ensayadas carecían muy por debajo, del título que fijaban las ordenanzas.

Entretanto el fraude continuaba cada vez más intenso, era entonces Ensayador oficial de la ceca don Antonio de Ovando que ejercía este cargo desde 1642, quien trabajaba en concomitancia con Francisco de la Rocha. En la fundición se cambiaba la liga de la plata por otra.

La falsificación se conoció en España, llegando la noticia hasta el Rey Felipe IV (1621-1665) aunque no se le dio el nombre de moneda falsa atribuyendo solamente al descuido e ignorancia del Ensayador. Entonces se dirigieron a sus Oficiales Reales y al Tesorero de la Casa de Moneda llamándoles la atención por este descuido.

La fabricación adulterada no se detuvo y el Ensayador Ovando ante los corillos  callejeros y como buen caballero y leal criollo hizo dejación de su oficio expresando que el solo no podía remediarlo.

Luego de la dejación de sus funciones Ovando, fue reemplazado por el Ensayador Ergueta, quien acrecentó el cobre en la liga y continuo por un año obteniendo beneficios ilícitos, lo que le llevo a huir a Quito, en el norte del Perú.

En 1647 asumió este oficio el Ensayador don Felipe Ramírez que era amigo de Rocha, dando mayor confianza a los falsificadores, aumentando la desvergüenza ya que más de la mitad de la moneda era de cobre.

Las noticias llegaban a la península con caracteres de escándalo.

Se consulto a un respetable personaje de la Corona Don Diego Arze Reinoso, quien propuso una solución rápida en sentido de que ya no se fabricara mala moneda en la Villa y que se envíe una persona de entera confianza de Su Majestad con bastante experiencia en la materia y con facultades amplias.

La persona enviada fue don Francisco Nestares Marín teniendo el apoyo real para obrar con severidad dando castigo a los que fabricaban la mala moneda que circulaba en las colonias de América.

8 reales Potosí feble El enviado de la Corona, apenas llego a la sierra de Charcas fue homenajeado como Visitador del Rey por el Presidente de la Audiencia, por la Casa de Moneda y las Cajas Reales.

El delito de la moneda adulterada fue rápidamente investigado por don Francisco Nestares Marín, decidiendo además tomar por su cuenta la justicia

8 Reales, Potosí, feble, 1942 [2]         

 para hacer prevalecer lo mandado por el Rey Felipe IV.

Desde el principio se noto la gravedad del caso, pues el delito se cometió en la misma Casa de Moneda y por Ensayadores que allí trabajaban. Se verifico el fraude que llegaba a varios millones de pesos y se instauro un proceso abierto al mercader de plata Francisco Gómez de la Rocha, a los Ensayadores Felipe Ramírez de Arrellano, a Juan de Figueroa y a cuarenta personas mas involucradas en tan grande asunto.

Varios Ministros y Oficiales de la Casa, tuvieron extremas sanciones. Rocha y Arellano fueron condenados a muerte perdiendo edemas sus bienes y cuanta fortuna lograron acumular a costa de la falsificación.

Las monedas falsas, que se acuñaron contenían mas del 50% de cobre en su liga. El peso era en menor al establecido, creando un malestar enorme.

Por Cédula del 1º de octubre de 1650, se mando recoger toda la moneda macuquina labrada con antigüedad a esa fecha y la fabricada después se la reemplazo posteriormente con diferente impronta (Real Cédula del 17 de febrero de 1651).

Las ordenes determinaban expresamente, que el año de acuñación, el signo de la casa y la inicial del Ensayador debían ponerse con gran distinción y claridad. Además se instruyo que los reales de a 8 acuñados con anterioridad al año de 1644, se les fije un valor de 6, a los de 4 de 3, debiendo los reales de a 2 y los sencillos que corrieran con los valores marcados.

Aplicando esas previsiones se logro que aquellas falsas monedas perdieran el valor con la que circulaban en forma similar a las corrientes, procediéndose edemas a la fabricación de nuevas monedas con diferente impronta

 cambiando incluso el signo de la ceca potosina y la inicial del Ensayador.

Volviendo al proceso de los implicados y especialmente al mercader Francisco Gómez de la Rocha, su crónica es extensa.

De la Rocha fue ajusticiado, pero previamente fue condenado a purgar su delito con varios años de prisión y se le impuso una multa millonaria de pesos que debería pagar al Presidente Francisco Nestares Marín, enérgico emisario de Su Majestad.

Se cuenta en las crónicas que “Francisco de la Rocha, después que pago la multa dio por purgado su delito, del cual saco buen provecho, pues se aseguraba que había ocultado muchos millones en convenio con sus cómplices, los falsos monederos”.

Para el Presidente Nestares Marín la afrenta no tenía disculpas ni perdones.

De la Rocha, humillado por el despojo de sus títulos y honores, se las arreglaba para enfrentar a sus enemigos intentando inclusive envenenar al representante real en 1651.

Al contrario, Nestares Marín aumento el odio hacia Rocha, quien fue apresado, ofreciendo luego por su libertad cuatrocientos mil pesos de plata, pero de nada le sirvió.

Francisco Gómez de la Rocha fue sometido a la pena de garrote, pese a que varias colectividades acudían ante la autoridad para que perdonara la vida a tan llamativo personaje colonial.

Un día, después de ratificada la condena fue conducido por un grupo de guardias, sacerdotes y verdugos para su ejecución. En una plaza sufrió el garrote y perdió la vida, quedando como un misterio el escondite de su gran fortuna que obtuvo por falsificación de monedas en el opulento Potosí.

Sin embargo, la muerte no acabo con la fama de Gómez de la Rocha y sus monedas falsas el vulgo las bautizo como “rochunas” [3]

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Macuquina, Potosí, 8 reales, plata, ensayador Juan Rodríguez de Rodas

Estas monedas fueron introducidas en Guatemala, por lo que tuvo influencia en la economía de ese país. El gobierno había establecido el intercambio comercial con Perú, del cual resultó la llegada de gran cantidad de numerario feble.

El crédito de 200,000 ducados abierto por Su Majestad para la compra de añil y otros productos, así como la llegada de ese dinero, mejoraron grandemente la precaria situación económica del país.

Ahora bien, el reino de Guatemala, por la falta de intercambio comercial con el resto del mundo exterior, y por su estrecha vinculación comercial con Perú, aún más que con cualquier otra provincia americana, estaba sujeto a la invasión de esa moneda falsa, pues la moneda feble (falsa) fue expulsando inmediatamente de la circulación a la moneda fuerte (mexicana o española), fenómeno que se observa de manera natural, porque cuando aparece en la circulación una moneda de bajo tenor —sea de plata o de oro— con el mismo valor circulatorio de la primitiva, de tenor más elevado, tanto el pueblo, como los agiotistas, banqueros, plateros, etcétera, tratan de atesorar la de mayor valor intrínseco, aprovechándose de ese modo de la devaluación oficial.

Este fenómeno de la “moneda feble que ahuyenta a la fuerte” también se produjo, y de manera muy acentuada en Guatemala, y tales proporciones tomó la circulación de la moneda falsa-verdadera, que en junta del 16 de mayo de 1653 se decidió dar ejecución en todo el reino de la real providencia del lº de octubre de 1650, que prohibía perentoriamente la circulación de las monedas macuquinas febles, que en Guatemala tenían el sobrenombre de mociones. Se ordenaba también que aquellos que no quisiesen perder su dinero podrían llevarlo a la Caja de la Hacienda Pública para ser fundido y ensayado en lingotes, lo que pudiese ser aprovechado, y que dichos lingotes podrían ser nuevamente convertidos en monedas donde hubiese casa de moneda.

Ximénez se expresa así con relación a esta epoca:

                      “...Fue aqueste año de 1653 muy trabajoso para el Reino de Guatemala, a causa de que se halló haber entrado mucha porción de moneda de plata con mucha más liga que la que la ley dispone; y así, se mandó que los pesos de ocho reales valiesen solamente seis, y los de a cuatro, que valiesen tres reales; y así hubieron mucha pérdida los que se hallaron con mucha plata; y de este modo corrió la moneda durante algún tiempo...”

La nota- de Ximénez no deja de causar cierta extrañeza, porque aparentemente hubo algunas modificaciones en la ejecución de la providencia del l° de octubre de 1650, pues aquella disposición legal daba a los 8 reales falsos el valor de 5 reales mientras que en Guatemala se les daba el valor de 6 reales cuando eran recogidos.

Sea como fuere, el resultado fue que unos fundían sus monedas de plata en lingotes, mientras que otros las convertían en plata labrada, desapareciendo totalmente de la circulación los pesos (8 reales) y las monedas de 4 reales, por lo cual para el comercio sólo se disponía de monedas de 2 reales.

CM 1 Sin embargo, ya en 1663 una nueva orden prohibía también la circulación de estas últimas llamadas “reales de a dos”, “si no es que se reconociesen los que no estaban adulterados, y aquesos se resellaron, que son los que al día de hoy se hallan con una corona”.

 

 Macuquina acuñada en Lima, entre 1577 y 1588, con la primera contramarca guatemalteca de 1663.

CM 2-10 Fig 7

 

 

 

 Macuquina acuñada en Potosí, entre 1575 y 1605,   Con la segunda contramarca guatemalteca de 1663

 

 

 

 

 

Halló Salomé Jil, ante esta referencia, que se sellaron o se acuñaron monedas de dos reales en Guatemala, lo que en realidad no aconteció; tanto es así, que la moneda desaparecía cada vez más, volviendo el comercio al sistema primitivo de trueque, pues los pagos no podían ser hechos con los lingotes en que habían sido convertidos los mociones. Y era también impracticable la remesa de dichos lingotes a la Casa de Moneda de México, para que allí fuesen transformados en monedas.

Para agravar la situación, ya de suyo escabrosa, otra real providencia, del 13 de abril de 1678 anunciada por el presidente y por los oidores recordaba que no sólo las monedas de 2 reales, sino las de 1 real debían ser enviadas a México para ser sustituidas por otras lo que tuvo como resultado inmediato la desaparición de esta última moneda todavía en circulación.

La contramarca de la corona también se utilizo en otras partes de América Latina con la diferencia que estaba rodeada de por un circulo de puntos, la Guatemalteca es más sencilla, tal vez por no contar con artesanos y tecnología para la fabricación de los punzones. La corona guatemalteca es mas grande, tiene un ancho de entre 10 y 11 milímetros en comparación de las contramarcas sudamericanas que miden entre 7 y 8 milímetros

Se hace necesario aclara que el numismático salvadoreño Roberto Jovel identifico por primera vez esta marca, comparando marcas en el metal, encontradas en candelabros antiguos de las iglesias y colecciones privadas para demostrar sin ninguna duda cual era la corona que utilizó Guatemala para diferenciar la moneda feble.

 

Entre 1839 y 1840 se reselló moneda macuquina para distinguirla de la falsa o de aquella a la que le faltaba peso por haber sido cercenada por personas inescrupulosas. Este tercer resello fue el de tres volcanes y un sol naciente, en un círculo de 6 milímetros de diámetro, que representaba al escudo de armas del Estado de Guatemala. Se aplicó sobre moneda macuquina de México, Lima, Potosí e incluso de Guatemala.

 

 

 Macuquina de 8 Reales, acuñada en Guatemala, con el tercer resello guatemalteco.

 

El cuarto resello corresponde al aplicado en Quetzaltenango, entre mediados de 1939 y fines de enero de 1840, cuando era la capital de Estado de Los Altos, el sexto Estado de la Federación Centroamericana. La situación política tensa entre Guatemala y Los Altos no permitió mandar a fabricar punzones para identificar la buena moneda, por lo que usaron un punzón que se encontraba en la municipalidad desde 1809 utilizado dos veces al año para verificar los pesos y las medidas que utilizaban los comerciantes para sus transacciones con el público. Este resello tuvo como propósito identificar la moneda legítima de la que había sido falsificada o cercenada. El diseño del mismo

 representa una parte del escudo de armas del Estado de Los Altos, con un sol naciente al lado de un volcán sobre el que está posado un quetzal. Se aplicó tanto sobre moneda macuquina como sobre moneda redonda acordonada de Bolivia, México, Guatemala y el Perú.

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Macuquina de 8 Reales, acuñada en México en 1733, Con el resello del Estado de Los Altos.

Un quinto resello doble fue aplicado a Pesos Fuertes de Sud América, esencialmente Bolivia, Perú y Chile, entre 1840 y principios de 1841, para garantizar su cumplimiento con las normas vigentes en cuanto a peso y ley de la plata empleada para su acuñación, Las autoridades guatemaltecas decidieron colocar este doble resello, para diferenciarlo  de los anteriores ya que durante la invasión de Morazán se había perdido unos punzones de la Casa de Moneda, y temían por el mal uso que se pudieran dar a estos.

Se decidió resellar después de que llegaron a Centroamérica monedas fraccionarias febles pertenecientes a la Confederación Peruano-Boliviana (1835-1839). Este resello incluye por el anverso el mismo diseño usado para el resello de las macuquinas – el tercer resello antes citado – y en reverso un sol rodeado por una estrella, un arco, una flecha y una aljaba. Inicialmente fue aplicado en forma separada por cada lado de la moneda original, pero más tarde se utilizó un resello de bisagra que permitía aplicar simultáneamente el resello por ambos lados de la moneda original.  

 Moneda redonda acuñada en Potosí en 1840, Con el resello doble aplicado en Guatemala

Finalmente, el sexto resello nos dice Jovel que este resello tiene como origen cuatro causas distintas, relacionadas entre si: los des balances entre la exportación y la importación de bienes y servicios en Guatemala, las debilidades de la producción local de moneda, las diferencias en la fineza de la plata usada par producir moneda y los cambios en la relación del precio relativo entre el oro y la plata en el mercado mundial.

            Desde mediados del siglo XIX el contenido de plata fina de la moneda guatemalteca, salvo excepciones era ligeramente superior al de las monedas de sus principales socios comerciales esto provoco que la mala moneda desplaza la buena como lo afirma la Ley de Gresham, desapareciendo la moneda acuñada en Guatemala de sus mercados, fluyendo hacia otros países y entrando moneda extranjera de menor contenido de plata. 

            A finales del siglo XIX se dio un aumento mundial en la producción de plata para tener una idea a mediados del siglo se producían 1000 toneladas métrica, en los años ochenta 3.000 y salto por encima de las 5.000 toneladas métricas en 1891, en el mismo periodo se duplico la producción de oro, produciéndose una brecha entre la relación del precio del oro y la plata, en 1892 la relación mundial llego a 26:1 en tanto que en Guatemala se mantenía en el valor histórico de 15.5:1. Para 1894 la relación mundial casi se había duplicado mientras la guatemalteca, se mantuvo constante, ocasionando que las importaciones se pagaran en oro y las exportaciones en plata, inundando el mercado guatemalteco de moneda sudamericana.

En 1892 el gobierno nombra una comisión para estudiar el problema, esta recomendó que abandonaran el bimetalismo en el sistema monetario, como ya había sido hecho en otros países

Dicho resello se realizó en 1894 para legalizar la circulación de moneda peruana y chilena cuando se presentó una singular escasez de circulante en el país. Se usó para ello un punzón correspondiente al ½ Real de dicho año que en el anverso lleva la imagen de una mujer representando a la libertad, sentada y apoyada en un pedestal que tiene la leyenda “30 de JUNIO DE 1871” en alusión a la fecha del triunfo de la revolución liberal que lidereó Justo Rufino Barrios. La mujer tiene en sus manos una cornucopia llena de los frutos del desarrollo. En la parte superior aparece la leyenda “REPÚBLICA DE GUATEMALA” y en la base se lee la denominación de la moneda de “1/2 REAL”

En el reverso se muestra el escudo de armas de Guatemala, rodeado por sendas guirnaldas, con un pergamino en el centro donde se lee “LIBERTAD 15 DE SETIEMBRE DE 1821” la fecha de la independencia. Sobre el pergamino aparece posado el Quetzal, ave nacional de Guatemala. 

 

Moneda chilena acuñada en Santiago en 1880, resello guatemalteco de 1894.

 

 

 

 

HONDURAS

El 19 de marzo de 1824 se aprobó una ley que define las características que deben tener las monedas acuñadas en las Provincias Unidas del Centro de América, claramente se establece la ley y el peso de las monedas acuñadas en la Federación. Las acuñadas en Tegucigalpa no cumplían con los lineamientos de las ordenanzas emitidas por la Asamblea Nacional, por lo que eran rechazadas en los Estados vecinos, en vista de lo anterior, y del problema originado por la circulación de moneda falsa la Municipalidad de Tegucigalpa y el Gobierno del Estado de Honduras acordaron solicitar a Guatemala la compra de maquinas para acuñar monedas debido a la carencia de recursos fiscales que padecían, esta compra no se pudo realizar por lo que se solicito a los vecinos un empréstito para edificar la Casa de Moneda. Este dinero se devolvería con las ganancias que produciría la Casa de Moneda, dos meses después el gobierno no logra concretar su plan por lo que decide marcar las monedas para diferenciar la buena.  

El Congreso constituyente del Estado de Honduras, teniendo en consideración los males que causa la moneda falsa, que circula en el Estado, y aun en los otros de la Federación, confundida con la que se ha fabricado en el cuño provisional de esta ciudad. No teniendo el tesoro publico los fondos necesarios para su total amortización, indemnizando a sus propietarios de su justo valor. Y queriendo por otra parte excusar la miseria, que a muchos causaría la prohibición de su circulación por no circular en el Estado otra clase de moneda, el 5 de noviembre de 1824 emitió un decreto ordenando que se marquen las monedas con punzones después de examinarlas. Las así marcadas no podrían ser repugnadas por ningún sujeto dentro del Estado, las que resulten adulteradas se amortizaran por su contenido en plata con deducción de los costos que haya de erogarse en la operación, los habitantes podrán presentarse con este tipo de monedas desde el 15 de diciembre hasta el 15 de febrero para ser remarcadas.

            En vista de que los punzones no llegaban de la Casa de Moneda de Guatemala la Asamblea del Estado hondureño encargó al ensayador local don Narciso del Rosal que fabricara urgentemente cuatro de ellos. A fines de diciembre del mismo año los punzones no habían sido fabricados y el problema de la moneda falsa se había agudizado. Por ello el 17 de diciembre de 1824 la Asamblea decidió que por ahora y mientras llegan los punzones se remarque las monedas con el sello publico que antes se utilizaba para quintar la plata. El Poder Ejecutivo ratificó el decreto y designo para realizar dicho trabajo de examen y resello de las monedas de Tegucigalpa, al ensayador Don Narciso del Rosal, al C. Juan Pablo Andrade y a un individuo de la Municipalidad, esta comisión llevaría un libro de las monedas que recibieran con destino a la fundición y otro para las que se resellarían.

La marcación de la moneda dio inicio el 7 de junio de 1825. Los punzones que se utilizaron eran los que usaban en tiempo de la colonia para certificar que se había cumplido con el pago del quinto real a la Corona [4]  

resello corona resello 1823

 

 

 

 

Macuquina acuñada en Honduras, Plata, 4 reales, 1824 con doble resello de corona [5]

EL SALVADOR

A lo largo del siglo XIX, se utilizaron en El Salvador un total de cinco contramarcas y resellos, con el mismo fin de garantizar la legalidad de monedas extranjeras o de asegurar el valor de la moneda propia.

El primer resello se produjo en 1830 para garantizar las monedas legítimas de 4 Reales, luego de haberse descubierto numerosas monedas de esta denominación, cuya utilidad era de importancia para el público por ser precisamente ella correspondiente al sueldo de los asalariados. El resello era de forma rectangular, tenía un volcán en erupción con las siglas “SS” – por San Salvador – a los lados, y el año de 1830 en la base. Dicho resello  mide 8 por 6 milímetros, parece haber sido colocada solamente en el numerario que existía en San Salvador, y no en el resto del país por lo que es muy escaso. 

 

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 Moneda de 4 Reales acuñada en México Con el resello salvadoreño de 1830

La segunda contramarca se utilizó en 1834 para distinguir las monedas provisionales salvadoreñas legítimas de dicho año y del anterior, después de que se descubriera que estaban siendo falsificadas mediante su acuñación en cobre y un baño superficial de plata o estaño. Se trata de la contramarca del serrucho, mediante la cual un joyero o platero extraía una parte del metal superficial de la moneda para determinar si el fondo era de plata. Si la moneda era buena se devolvía a su dueño si era falsa eran cortadas en dos por el platero oficial en presencia de otras autoridades y se devolvía a su dueño. 

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Monedas provisionales salvadoreñas de 2 Reales, Acuñadas en 1833 y 1834, con la contramarca del serrucho.

 

A principios de 1840 el gobierno de Morazán decidió aplicar un resello sobre moneda fraccionaria legítima acuñada en Bolivia y el Perú, para distinguirla de la moneda feble de la Confederación Peruano-Boliviana (1835-1839) que había llegado al país en el año anterior. El resello era de forma rectangular, y tenía un volcán con el año de 1839 en su base. Fueron reselladas monedas de 2 Reales acuñadas en la ceca de Lima entre los años 1825 y 1836 que tienen una ley de .903 de plata

 

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 Moneda de 2 Reales acuñada en Lima en 1830, Con la contramarca salvadoreña de 1839

 

A finales de 1862 y principios de 1863, el gobierno del General Gerardo Barrios utilizó una cuarta contramarca. 

Las relaciones entre Guatemala y los Altos se habían deteriorado, con ese panorama se llevó a cabo la feria comercial de Todos los Santos a la cual asistieron comerciantes de los países vecinos para adquirir diversos productos salvadoreños, con el propósito de impedir algunas compras por parte de comerciantes guatemaltecos, un comerciante salvadoreño propago el rumor en San Vicente que la moneda guatemalteca ya no sería aceptada debido a la situación política tirante entre ambas naciones a raíz de esto la desconfianza en los comerciantes salvadoreños se extendió a los demás mercados, el gobierno se vio en la necesidad de asegurar a la población la valides de la moneda guatemalteca, colocando un resello con denominación desde ½ Real hasta 1 Peso – para las transacciones mercantiles en el país. Esta contramarca era una letra “R”, rodeada por un círculo de 20 a 21 perlas con diámetro cercano a los 5 milímetros, que significaba “rehabilitado”. Este evento sucedió justo antes de la guerra que sostuvieron ambos países a mediados de 1863.

 

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Monedas guatemaltecas de varias denominaciones Acuñadas con la contramarca salvadoreña “R” en 1862-1863.

 

En setiembre de 1868, el gobierno del presidente Francisco Dueñas se vio precisado a resellar la moneda acordonada redonda de la época colonial española, para distinguirla de las pesetas sevillanas de vellón, cuyo valor intrínseco era inferior en un 25% a las primeramente mencionadas. Este quinto resello se hizo utilizando punzones con el escudo que había sido adoptado por la República en 1865, existiendo más de cuatro variedades del mismo. En abril de 1869, el presidente Dueñas decidió utilizar el mismo resello anterior para identificar la moneda macuquina legítima y eliminar con ello la que había sido falsificada a cercenada.

El gobierno utilizó para el resello de estas monedas punzones de aproximadamente  11 milímetros de diámetro, con el escudo de armas adoptado en 1865 e hizo resellar en las principales ciudades de la república aquellas monedas que los expertos designaron como buenas

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. Moneda mexicana de 1 Real, Con el resello salvadoreño de 1868.

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Macuquina de 2 Reales no identificada, Con el resello salvadoreño de 1869.

 

 

 

 

 

 

 

NICARAGUA

En los primeros años de la vida independiente en Estado de Nicaragua se vio envuelto en guerras civiles a tal grado que en un momento existieron cuatro gobiernos con ejército, en Granada, El Viejo, León y Managua, los cuales no se pudieron poner de acuerdo provocando guerras civiles. A través de la historia como República  independiente han surgido problemas políticos y ambientales que provocaron la perdida, deterioro y robo de documentos históricos sin los cueles es muy difícil demostrar los hechos que sucedieron durante tantos años.

Por documentos encontrados en el Archivo Nacional de Costa Rica sabemos que el Estado de Costa Rica envió un representante a Nicaragua en 1823 para reunirse con los Gobiernos de Ganada y León, y firmar un tratado de mutua ayuda y defensa, el enviado,

Don Mariano Montealegre al regresar de su viaje presentó un informe al Jefe de Estado Sr. Juan Mora Fernández, el 21 de enero de 1824, respecto a los resultados de la gira por Nicaragua. Allí se refiere a la existencia y validez del acuñamiento de moneda en León y Granada y de la aceptación de su circulación. Dice en su informe:

“...En el caudal que se me entrego, por el Gobierno de León recibí como tres mil pesos de la moneda hecha por su Gobierno con arreglo a los tratados celebrados, y una pequeña cantidad de la que se acuño en Tegucigalpa que corre sin novedad en todas las provincias de Nicaragua, y la acompaño a V. E. dies y seis pesos de dicha monedas para que la vea y mande por bando que corra en todo este Departamento la que tiene quinto es de León, y la acuñada en Tegucigalpa...” [6]

También dice que: el viejo 2R.bmp

“...la moneda hecha por su Gobierno...” acuñada en la ciudad de León, la cual corría por toda la Provincia de Nicaragua, de la que envió una muestra y hace la advertencia que la que tiene quinto es de León.

 

 ¿Qué quiere decir que tiene quinto? En la época Colonial al quintar un metal se le estampaba una marca con el emblema real, y se cobraba la quinta parte para el Rey; en la época Republicana quintar; era poner una marca que identificaba la moneda como buena, pues había sido sometida a revisión dando el Peso y la Ley correctos, de no mostrar esa marca la moneda se retiraba de circulación.

Nos dice Arellano, el caos monetario definió el periodo federal tanto  en la  capital          -Guatemala- como, en el Estado de Nicaragua. Las “macuquinas”, recogidas y reselladas, circularon ampliamente. 

el viejo cruz.bmp Aunque no tenemos un decreto que confirme plenamente la existencia del resello troquelado entre 1823 y 1824 por documentos que  hacen  referencia no nos que duda de su existencia

 

 

 

 

Moneda acuñada en El Viejo, plata, 1824, con dos resellos [7]

  

 

 

Moneda acuñada en Granada, plata, 1824, 2  reales, con  resello

 

 

 

EL RESELLO O CONTRAMARCA DEL LEÓN

Es más fácil asegura que el resello anterior es nicaragüense, que pensar que el León Rampante lo es. No hay documentación que indique esta teoría y de hecho los dos que  e encontrado a la venta son totalmente diferentes aunque los vendedores afirman que es  nicaragüense

 

 

 

 

 

 

RESELLO O CONTRA MARCA FSLN

Es raro que sea tan difícil encontrarlos siendo un acontecimiento tan reciente, la revolución triunfo en 1979. En el año 1983 me encontraba en Nicaragua y los busque en Managua, Esterlí, Chinandega, León y Granada y no los conocían, en estas ciudades a las personas que les pregunte no lo habían visto. De tal forma que he llegado a la conclusión que un integrante del Frente Sandinista de Liberación Nacional por iniciativa propia resello las monedas que llegaron a sus manos, no existe un decreto que ordene esta contramarca como si lo hay para resellar los billetes. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

COSTA RICA

Mientras la minería se desarrollaba con gran fuerza, la falta de liquidez no permitía el desarrollo de la provincia. En abril de 1821 el Cabildo de San José solicitó permiso a la Diputación Provincial para importar la moneda provisional que circulaba en Panamá con el nombre de “Insurgente”, el cual no fue otorgado.

El 19 de julio de 1822 en la sesión número 75 de La Junta Superior Gubernativa, se autoriza la importación en Pesos Fuertes y redondos de la moneda provisional, que vulgarmente llaman Insurgente de la Américas. 

El Presbítero, Don Gabriel Padilla, pide a la Junta Superior Gubernativa, habilite los 571 pesos de moneda de plata de a 8 reales que importó de la plaza de Panamá. La junta envió nota al Ministro de la Caja Nacional para que se presente con uno de los dos plateros, el señor Ramón Ortiz o el señor Rafael Escalante, esta moneda fue aceptada y habilitada su circulación para transacciones comerciales [8] .

La moneda de Insurgentes no cumplía con la Ley o el Peso o ambos, por lo que La Junta decide contramarcarlas para distinguir las de buena Ley, se hicieron ensayar y cotejar el Peso y Ley con la del Cuño de Guatemala y México del Gobierno Español.

Si el Peso y la Ley eran correctos se resellaba con una Corona Imperial, quedando habilitada para circular con un valor de ocho reales. Sí la Ley era buena y el peso inferior en no más de una ochava además de la Corona Imperial se le estamparía un siete a la par,  y correrá por siete reales. Sí el peso era inferior entre una ochava y tres adarme se habilitaría por seis reales, grabándose un seis a la par de la Corona Imperial, cuando fuera inferior no podría circular.

Para tener una idea de cual moneda era la de “Insurgente”, se contactó al numismático colombiano Ignacio Henao quien dijo: “Es posible que la moneda que conocían en Costa Rica como “Insurgente de las Américas” fuera la de ocho reales de la Gran Colombia (Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá) emitida en Cundinamarca, que era el nombre que se daba en ese momento al territorio de la actual Colombia (+Panamá). Esta moneda se encuentra con fechas 1820 y 1821, habiéndose acuñado con esta última fecha hasta 1826. Es de gran tamaño (37-40 mm) y su contenido de plata varía ampliamente, hasta casi cobre puro.

 

Para saber cual es la corona Imperial se contactó al numismático Alan Luedeking, quien dijo “Referente a las coronas, la imperial es la que tradicionalmente aparece sobre la columna sinistra en las monedas columnarias, a partir de 1754 en México, en contraste con la corona real, que aparece sobre la derecha. Entre 1732 y 1754 solo se usaron las coronas reales sobre las columnas. En otras cecas se efectuó el cambio en diversos años, y en Guatemala nunca se efectuó el cambio. 

        Corona Imperial

 

       De las monedas reselladas en 1822 no se conoce ninguna, sin embargo no hay duda que existieron, por documentos que así lo demuestran. E1 28  de febrero de 1833 el Jefe Supremo del Estado da un decreto ordenando recoger la moneda quintada que el Estado había garantizado [9] .

 

                          

 

Descripción del resello: resello anepígrafe [10] de doble  estrella de seis puntas, colocado en el anverso de monedas de plata extranjeras, y perforaciones cónicas con diámetro aproximado en la base más ancha de 9 milímetros para las de 8 y 4 reales [11] , 7 milímetros para las de 2 reales [12] , 5 milímetros para las de 1 real [13] y 4 milímetros para tamaños menores. Las horadaciones  se hicieron  indistintamente a los dos lados o debajo del resello.

La estrella mide ocho milímetros para las de 8 y 4 reales y siete milímetros para las de uno y dos reales [14] .

            Como la escasez de metal era mucha, se toleró la circulación de la moneda que el público repugnaba como de mala ley y al descubrirse moneda peruana de cuatro reales falsificada de puro cobre se dispuso que no solo ésta y la hondureña si no toda la extranjera de plata se presentara para ser habilitada. Por decretos de 19 y 22 de noviembre de 1841, se ordenó habilitar toda la plata extranjera en circulación con un resello en forma de estrella. Motivadas por una gran cantidad de moneda falsa que se introdujo y circuló en el país. Se ordenó como medida proteccionista para los tenedores de monedas extranjeras, que las presentasen a la Casa de Moneda para ser debidamente reconocidas y habilitadas. Se resellaron las buenas con una contraseña., se inutilizaron las malas y se rescataron por su ley y peso, las defectuosas. El Gobierno como derecho de braceaje [15] , perforó todas las monedas presentadas de plata, con una pequeña horadación. Además, se fijó un término perentorio después del cual quedaría prohibida toda circulación de moneda no resellada y la exportación de la resellada.

            Para esta emisión, se usó sobre el anverso de ciertas monedas extranjeras, como resello, el recientemente declarado nuevo escudo nacional, la estrella radiante, que vino a autorizar y legalizar su circulación dentro del país. Se conocen ejemplares de esta suerte, resellados en monedas de la Federación Centroamericana, de la Nueva España, Bolivia, Perú, Chile y México, en denominaciones de ocho, cuatro, dos, uno y medio reales; además, existe este resello sobre piezas de diez y cinco centavos de los Estados Unidos de Norte América. En 1851 se ordenó el rescate de la moneda horadada.

El punto que se encuentra en la moneda fue cuando la sujetaron para hacer el hueco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se puede apreciar en la foto de la  derecha, en la parte inferior de la orla un punto entre “ET” y “IND” Moneda huésped de plata KM 111.3  México  1814


 

 

 

Se puede apreciar en la foto de la  derecha, en la parte inferior de la orla un punto entre “ET” y “IND” Moneda huésped de plata KM 111  México  1818

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se puede apreciar en la foto de la  izquierda, en la parte superior de la orla un punto entre “REPUBLICA” y “MEXICANA” Moneda huésped de plata KM 377.6  México  1840

 

                                  

 

El 23 de diciembre de 1841 se acordó también resellar la moneda de oro acuñada en el estado o que tuviera el escudo de armas de Centro América, “sin gravamen alguno” por lo cual no fueron perforadas. Este resello consistía en una pequeña estrella no se especifica si solo se contramarcaron las monedas acuñadas en el estado de Costa Rica o si también de la República Centroamericana


 

Descripción del resello: Resello anepígrafe círculo de 4 milímetros de diámetro de doble estrella, colocado sobre la raíz del árbol, del reverso de la moneda de 4 escudos  y  2 Escudos.  A las monedas de oro no se les hizo horadación.

Resello en monedas españolas de dos y cuatro reales

                       

 

           

 

 

 

 

 

La ley de 13 de noviembre de 1845 autorizó la circulación de pesetas españolas, con excepción de las de Isabel II, en su equivalente de dos reales [16] cada una, o cuatro por un peso, mediante el resello que el Gobierno dispusiera.

                     Resello en el anverso y reverso de  piezas circulares  de cordoncillo de 2 Rs y algunas de 4 Rs (llamadas pesetas) de la  Metrópoli.

Anverso        Punzóncircular de 13 mm. con cabeza de mujer, perfil izquierdo, con moño y peineta y leyenda semicircular superior. "COSTA RICA." ; en el corte del cuello: "2.R."

Reverso        Punzón circular de 13 mm. con el árbol del escudo de armas de Centro América ; en el perímetro, la leyenda : “.HABILITADA POR EL GOB.”

 

 

Moneda de plata, 2 reales, 1804, España Madrid

 

El nuevo decreto contraseña las pesetas españolas de 2 y 4 reales para que circulen como piezas de dos reales, en lugar del real y medio. Pena con multa de ocho reales al que se niegue a recibirlas por ese valor; esto, sin perjuicio de obligarle a recibirla. [17]

                                                                                 


                                                          

      moneda huésped de plata KM-134.4, 2 reales 1833, Sevilla [18]

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R3A2A.BMP

 

 

 

 

 

Moneda huésped de plata KM-90.1, resello realizado en Cuba [19]

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Moneda huésped  de plata KM - 90.1 con doble resello el de Cuba y el de Costa Rica [20]

R3R2.TIF R3R2A.BMP


Resello en moneda huésped de plata KM - 90.1  4 reales ceca de Madrid 1811 [21]

 

Resello para habilitar monedas macuquinas legítimas

                    

 

Descripción del resello:

Anverso        Punzón circular de 14 milímetros de diámetro que contiene tres montañas iluminadas por un sol. Leyenda en el interior de dos círculos concéntricos en su perímetro : REPUB. DEL. CENT. DE. AMER. 1846.

                     Colocado en las monedas de :

                     8 reales, además un punzón con un ocho y en él 8R

                     4 reales, además un punzón con un cuatro y en él 4R

                     2 reales

                     1 real

Reverso        Punzón circular de 14 milímetros de diámetro como el del anverso que contiene un árbol, flanqueado por el valor de 1-R  o 2-R (1 o 2 reales). Leyenda en dos círculos concéntricos : HABILITADA EN COSTA RICA J.B [22] .

                    círculo con árbol al centro y  “2 R” para las de 8 reales;

        círculo con árbol al centro y  “1 R” para las de 4 reales;

        círculo con árbol al centro y “2 R” para las de 2 reales;

        círculo con árbol al centro y “1 R” para las de 1 real.

 


            El resello del anverso corresponde a la impronta [23] de la moneda independiente de la República Federal, acuñada con posterioridad a la Constitución de 1824, con la excepción de la leyenda del reverso LIBRE CRESCA [24] FECUNDO, que ha sido reemplazada por la mencionada. El resello de que hablamos fue punzonado en monedas de los valores de 8, 4, 2 y un real.

 

Moneda huésped de plata, macuquinas de 8, 4, 2, 1 real [25]


En el real de a 8, aparece el punzón del reverso del valor de 2-R ., acompañado de otro más pequeño circular de 5mm de diámetro en vez de 14 mm de los anteriores, que tienen en su interior el número 8, ocupando todo el punzón y lleva sobre estampado el valor 8 R., en tipo más reducido.

 

Ampliación del resello más pequeño, foto suministrada por Georg H. Foerster, numismático alemán de amplia experiencia.


Moneda huésped de plata, 8 reales 1738, Potosí tipo M [26]

 

R4CUATRO.TIF

El real de a 4, muestra los dos punzones, pero el del reverso es del valor de 1-R. Está acompañado de otro más pequeño de forma más o menos cuadrangular que contiene en su interior el número cuatro, que a su vez tiene sobre estampado el valor: 4 R., en tipo más reducido : (5mm.).  

            Lo curioso de ambas piezas radica en el hecho de que el resello grande del reverso corresponde al valor de 2 Rs. para la moneda de 8 Rs. y de 1 R, para la de 4 Rs. y que estos valores monetarios no fueron anulados al punzonarlos sobre las piezas mayores. Se recurrió al arbitrio de estampar el nuevo valor con un pequeño punzón aislado, cerca del resello grande, de la figura que muestran los grabados.  


 

 

 

 

 

 

 

 

 

Moneda huésped de plata KM 31, Bolivia (1700-1746) [27]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En esta  ampliación se puede observar el año 1848 en el resello , moneda huésped de plata KM 749.5 Francia 1832 resellada a ocho reales [28]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En esta  ampliación se puede observar el año 1846 en el resello, Potosí 1696

                           

Moneda huésped de plata, Guatemala KM-5 [29] , 4 reales (1733 a 1753), [30]

 

Se conocen ejemplares que posiblemente por error, fueron punzonados con el resello de 8 y , extrañamente con el de 1R, cuando debió de usarse el de 2R

 

Moneda huésped de plata, 1 reales

Resello en moneda de plata

 

Descripción: resello circular de 5 milímetros de diámetro colocado sobre el follaje del árbol del reverso de las monedas de 1 real y ½ real. El mismo resello se colocó sobre 2 reales. Al centro un león pasante; en la orla ”Habilitada por el Gobierno”.

 

            Por decreto del 22 de noviembre de 1849 se resolvió garantizar la legitimidad del curso de las monedas corrientes entonces, de real sencillo y medio real de los años 1831 a 1849; otro decreto, 8 de enero de 1857, dispuso la misma operación para las monedas de oro de un escudo y medio escudo, acuñada entre 1828 a 1849, punzón de 5 mm.

            También por un decreto del 24 de septiembre de 1857, se contramarcaron monedas inglesas de 1 chelín y de 6 peniques, con el mismo diseño del  punzón del león pasante, pero de 6 mm. de diámetro, y leyenda “Habilitada por el Gobierno”.

 

En la copa del árbol, el león aparece generalmente de pie. En muy raras excepciones aparece al revés.


moneda huésped de plata, 2, 1, 1/2 real, República de Centro América [31]

 

LEON1.BMP

Nota: se conocen  ejemplares de ½ real de Costa Rica con el resello del león de 6 milímetros de diámetro.

 

LEON2.BMP

Moneda huésped de plata, KM-20,   Costa Rica 1/2 real, uno con el león en su posición normal.,  el  otro al revés. [32]

 

Moneda huésped de plata KM - 24, 2 reales con el león al revés [33]

R5R1.BMP

 

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Moneda huésped de plata KM-9.3, 2 reales  1831, Honduras [34]

 

Resello en monedas de oro:


Descripción: Resello circular de 6 milímetros con un león pasante en el centro dentro de un círculo y “Habilitada por el Gobierno” en la orla.

Esta contramarca fue colocada en monedas de 1 y de ½ Escudo

     Moneda huésped de oro, KM-14, República del Centro América 1847 [35]

7)  

Resello en monedas huésped de PLATA

Descripción: Resello circular de 6 milímetros de diámetro, con un león pasante en el centro y “Habilitada por el Gobierno” en la orla. Colocado este resello en el anverso de monedas inglesas de 1 chelín (One Shilling), equivalente a 2 reales y de 6 peniques (Six pence), equivalente a 1 real.

        

     Moneda huésped de plata, Inglaterra [36]

 

¿Por qué monedas inglesas ?

            En el boletín informativo Nº. 4 de la Asociación Costarricense de Numismática y Papel Moneda, Don Alvaro Montealegre Mata. nos explica como llegaron a Costa Rica las monedas inglesas.

            “ En 1843 la actividad cafetalera recibió un importantísimo impulso. Una nave inglesa procediendo del noroeste de los Estados Unidos presentaba grandes dificultades de estabilidad por razón de llevar una carga muy liviana. Decidió buscar carga adicional y se desvío a nuestras costas. El bergantín llamado Monarch pertenecía a su capitán William Le Lacheur.

            Es muy probable que el Capitán Le Lacheur ya tuviera conocimiento de esta oportunidad comercial a través del Cónsul inglés del Realejo (Foster). Este había sido informado por el mismo Carrillo cuando la deuda inglesa era cancelada a mediados de que Costa Rica podía vender café a 6 pesos el quintal, asegurándole poder entregar más de 10.000 quintales de la cosecha de 1841, 20.000 de la del 42 y que para 1843 se podría duplicar esta cantidad. Lo cierto es que la nave es varada en playa Caldera y mientras se le realizan reparaciones en el casco, su capitán se adentra en el interior del país montado en mula. En San José se pone en contacto con Don Santiago Fernández a través de los hermanos Mariano y José Montealegre  quienes le sirven de intérpretes, y les ofrece exportar un cargamento de café directamente a Londres al precio de 8 pesos por quintal puesto en Puntarenas. El único problema que se presenta es el de no poder pagar por falta de dinero y solo ofrece su promesa de regresar (y honrar su palabra). Debido a la mala situación de la caficultura en esas época, Don Santiago, George Stiepel y los otros caficultores deciden confiarle su cosechas.

            Una vez terminadas las reparaciones del Monarch en Caldera, este se dirigió a  Puntarenas donde fue cargado de 5.505 quintales de café, zarpando probablemente entre abril y mayo de 1843 para Londres, vía Cabo de Hornos,  arribando a Londres el 10 de octubre del mismo año.

            El viaje de Puntarenas a Londres duró aproximadamente 5 meses y el capitán pudo vender el café y regresar a Costa Rica el 17 de marzo de 1844, cuando se empezaba a dudar con gran preocupación de su retorno. La alegría de los caficultores fue inmensa, pues no solo recibieron gran cantidad de dinero inglés, sino la perspectiva de la apertura de un nuevo mercado. El Capitán Le Lacheur trajo en barriles 36.700 pesos en monedas de plata inglesa. Estas monedas entraron en circulación inmediatamente y no fue sino hasta en años posteriores en que el gobierno lo recogió, resellando con el león pasante las de un chelín y las de seis peniques. El resto fue fundido para ser troquelado en moneda nacional.”  (SIC)

 

Resello sobre moneda colombiana

COLO2.BMP COLO1.BMP


8) -
       

            La disposición "de marzo de 1885 fija un 5 % de premio sobre el valor nominal de la moneda de plata mexicana, chilena, peruana y española, de un peso, que se importase. Esta disposición se hizo extensiva cuatro años más tarde a las monedas de un peso de 900 milésimos de Honduras,  Guatemala, Colombia y Ecuador; a la vez que se equiparó con la nacional la moneda fraccionaria de dichos países cuya ley no fuese inferior a 835 milésimos.

Veinte días después, esta última disposición fue anulada en lo referente a la moneda fraccionaria, prohibiéndose su introducción y mandando que fuese presentada, la existente, a la Administración de Rentas para su canje por moneda del país o para su resello con la leyenda "Habilitada por el Gobierno". [37]

"Posteriormente en 1897 se prohibió la introducción de toda moneda de plata extranjera; la exportación de plata por 6 meses, prorrogables a otros 6 y el rescate de la moneda fraccionaria colombiana de 835 mls. Resellada por acuerdo de 1889 dando para ello un plazo de 20 días, pasado el cual dicha moneda quedaría fuera de curso legal." [38] (SIC)

 

 

Descripción: Anverso :         Punzón circular de siete milímetros de diámetro, teniendo el  Escudo de Armas entre palmas con tres volcanes e inscripción “Costa Rica” en la parte superior de la orla.,

 Reverso : un león pasante al centro, al pie “CB [39] ” y en la orla “Habilitada por el Gobierno” de 6.5 mm. de diámetro. Estos resellos fueron colocados sobre monedas colombianas del cuño de Bogotá de 50 centavos y de Medellín de 5/10.

 

En la conferencia del Lic. Dueñas, del 11 de noviembre de 1997 se mostró una moneda que debajo de león no trae las letras CB.,  se trata de una omisión en el troquel, según manifestó éste.

Una pregunta que me he hecho varias veces ¿por qué moneda colombiana?

Debemos tomar en cuenta, que en dicha época Costa Rica limitaba al sur con Colombia y no con Panamá. Las relaciones comerciales con nuestro vecino del sur eran normales y se daba premio al que importara plata. Colombia era el proveedor más cercano.

 

En 1872, en el mercado internacional, la plata empieza una perdida constante de su valor, esta se precipita en forma vertiginosa en 1892, 1893, 1894, por esta razón varias naciones en el mundo empiezan a utilizar el patrón oro. En 1896 como parte de este proceso en Costa Rica se prohibió la acuñación de moneda de plata nacional y se declaro fuera de curso la plata extranjera, cualquiera que fuese su ley y peso, se prohibió a si mismo la introducción de moneda de plata extranjera.

            El 24 de octubre de 1896 se establece la nueva ley de la moneda donde se indica que el oro es la base de este sistema, en esta ley la unida la constituye 778 mg. de oro de 900 milésimos que se llama colon y que se subdivide en 100 céntimos. La unidad no seria acuñada, solo los múltiplos y los submúltiplos. Los primeros en oro y los segundos en plata.

            “Las monedas de plata se acuñaban en piezas de valor, peso y dimensiones iguales a las antiguas y a la ley de 750 milésimos. Esta disposición que establecía la relación de 1 a 26.708 gramos entre el oro y la plata, tenia el carácter de transitoria y de hecho lo fue,  pues el decreto de agosto de 1900 eleva la ley de la plata de 750 milésimos a 900 y le dio el peso y dimensiones que fijo el siguiente cuadro.

Valor peso dimensiones ley
50 céntimos      10 gramos 29 milímetros 900 milésimas
25" 5" 24" 900"
10" 2" 18" 900"
5" 1" 15" 900"

El mismo decreto reformatorio ordeno la venta al exterior de la moneda de plata que excediese de las necesidades de la circulación y la sustitución de la circulante por la nueva permitiendo que siguiera en el mercado las piezas de 10 y 5 centavos con el valor de 10 y 5 céntimos.”

            La moneda colombiana resellada en 1889 era de 835 milésimos con la nueva disposición el mínimo aceptable  era 900 milésimos, esta moneda sale de circulación en  julio de 1896 cuando se declara fuera de curso la moneda de plata extranjera. No obstante cumplía con las disposiciones en cuanto a la cantidad y calidad de plata por lo que existe la posibilidad que circulara hasta 1900 cuando no cumplía con este requisito.

El gobierno estaba obligado a retirarla de circulación ya que de acuerdo a la ley de Gresham “la mala moneda arroja a la buena del mercado”   esto se da hoy en día, si tiene en su billetera un billete roto y sucio y otro nuevo y limpio del mismo valor facial, lo normal es que nos deshagamos del mas deteriorado primero.
     

9-) Resello moneda de plata acuñada en Costa Rica

 

 

moneda huésped de plata, 1918 para un coló,

 

LOS RESELLOS  en monedas de 25 centavos a 50 céntimos y de 50 centavos  y céntimos a un colón de 1923.

 

 

            Mediante decreto de 10 de julio de 1923 se dispuso que el Banco Internacional de Costa Rica resellara las monedas nacionales de plata por el duplo de su valor primitivo.     Los acuerdos que autorizan la circulación de esas monedas reselladas describen la contramarca, que consiste en un círculo en ambos lados de la moneda, con la leyenda en uno “1923” y en el otro “un colón” para las piezas de cincuenta centavos y céntimos y “50 céntimos” para las de veinticinco centavos. Se resellaron 1.330.448 monedas a un colón y 1.073.924 monedas a  50 céntimos. Las monedas de cinco y diez centavos por su tamaño presentaban dificultad para resellarse, por lo que fueron fundidas y el metal se utilizó para acuñar monedas de veinticinco céntimos de 1924, reduciendo la ley.

En 1923,  se ordenó resellar las monedas de 50 y 25 centavos. Se hizo porque el valor intrínseco de las monedas era mayor a su valor legal o nominal [40] , debido al aumento en el mercado mundial del precio del metal con que estaban hechas., de esta forma logran que su valor intrínseco y el legal o nominal  mantenga una relación, que permita que las monedas se queden en el país y no como sucedió en el siglo XIX, que al ser mayor el valor intrínseco que el legal o nominal el metal se exportó. ¿Cuál era el valor que se podía obtener con la exportación de un colón de plata, teniendo en cuenta que los 18 gramos que contenía valían. $ 0.60. Esos 60 centavos representaban tres colones. Se comprenderá  la evasión de esa moneda de nuestro mercado en donde solo valía 20 centavos de dólar.

Cada colón producía en Nueva York

En 1916 producía  1.50

En 1917 producía       2.28

En 1918 producía       2.70 [41]

            El precio de la plata en Nueva York, comenzó a subir desde 1915 y alcanzó sucesivamente la cotización de $ 0.90 la onza en 1917; de $ 0.98 en 1918 y de $ 1.12 en 1919.  Esto refleja la necesidad  que existió en la época de resellar.                             

            Al dar la orden para resellar las monedas de 50 centavos a un colón se tomaba en cuenta que la fecha original no coincidiera en la misma cara con la fecha del resello. En las de veinticinco centavos reselladas a 50 céntimos se dispuso lo contrario. En la mayoría de las piezas, la fecha original coincide con la fecha del resello . Sin embargo, en algunas monedas de 50 centavos y céntimos  al resellarlas a un colón, esto no se cumple y se puede leer la fecha de la moneda y la del resello al mismo tiempo. De acuerdo con el libro de  Raúl Gurdián  esto solo se da con las monedas del año 1880. No obstante, en conversaciones que he mantenido con el Ing. Nelson Arrieta me manifiesta que él  tiene ejemplares con el mismo error de diversas fechas. En las de 25 centavos reselladas a 50 céntimos no es muy normal encontrar los dos resellos según estima el Ing. Arrieta. Aproximadamente el 5% de las monedas acuñadas no cumplen con la disposición inicial., los ejemplares de 50 centavos y céntimos resellados a un colón con resello invertido son aún más escasos. En ambos casos los resellos se aplicaron en posición inversa, es decir, como moneda., sin embargo, por error en algunas piezas fueron reselladas como medalla [42] .

            En las monedas de 25 centavos de 1893, encontramos acuñadas como moneda y acuñadas como medalla. La primera referencia que tuve de este tipo de piezas me la hizo el Ing. Arrieta con  quien intercambié una pieza de éstas., luego revisando los apuntes de Don Jorge Lines Canalías en el Catálogo de la colección numismática del Banco Nacional de Costa Rica  de 1947 hace referencia a la existencia de esta pieza y por último  en una conversación que tuve con el Lic. Milton Arguedas Salas me comentó lo mismo y me enseñó una.

            Si alguien encuentra una moneda del año 1893 de veinticinco centavos acuñada como medalla (1º error) resellada de tal forma que no se puedan leer las dos fechas al mismo tiempo (2º error) y además resellado como medalla (3º error) es una pieza que no hemos podido ver., la posibilidad de que se haya dado este resello es remota pero no imposible.

Se presume  que en aquella época varias personas falsificaron el resello ya que esto implicaba duplicar el capital. En los resellos falsos  encontramos de buena y mala calidad. Los de buena calidad tienen errores muy pequeños.  Encontramos errores donde dice un colón  la ene (N) está al revés (2), también las letras deformadas y disparejas (1,3). En la fecha 1923 los números a diferentes alturas, de diferente espesor y forma (1,3), en el dos totalmente deforme.                       

FAL192.BMP FAL1923.BMP

R91F2A.BMP
R91F2R.BMP R91F3R.BMP

En las monedas reselladas de 25 centavos a 50 céntimos en la fecha se observan los números deformados, a diferentes alturas,  en la palabra céntimos la ese (S) está al revés (3)

R95F3A.BMP R95F2A.BMP R95F1A.BMP
Falso (1) Falso (2)  Falso (3)

 

R95F2R.BMP R95F3R.BMP R95F1R.BMP
Falso (1) Falso (2)  Falso (3)

 

Como dato curioso  tenemos que no todas las monedas fueron reselladas en 1923 aunque la fecha del resello permaneció inalterable a pesar de que la plata fue resellada paulatinamente, y los resellos y emisiones corresponden a los años 1923, 1924, 1925. [43] .  También se resellaron monedas de 1/4 de peso posiblemente por error provocado por el hecho de que el diámetro de éstas y las de 25 centavos es el mismo.


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[1] Jovel Roberto Monedas de Necesidad de Guatemala, p. 8

[2] Jovel Roberto Monedas de Necesidad de Guatemala, p. 10

[3] encontrado en interenet

[4] Jovel Roberto La Contramarca de Honduras en 1825,

[5] Jovel Roberto La Contramarca de Honduras en 1825, p.6

[6] A.N.C.R. Provincial Independiente 992

[7] foto enviada por Alan Luedeking

[8] Chacon Manuel y Murillo Jorge, Monedas Colombianas en la Numismática de Costa Rica

[9] A.N.C.R. Leyes y Decretos, 2 de febrero de 1833

[10] Anepígrafa : llámase así la moneda o medalla que no tiene ninguna leyenda, letra o inscripción, pero que puede traer emblemas o figuras.

[11] En las monedas de la  colección del Banco Central de Costa Rica, los diámetros de los huecos miden  8 x 6.5,    8.5 x 6.0 ,   8.0 x 6.0 ,   8.6 x 7.4 mm

[12] En las monedas de la colección del Banco Central de Costa Rica, los diámetros de los huecos miden 6.3 x 5.6,   6.5 x 5.4,   7.0 x 5.0,   6.3 x 5.2,   6.5 x 4.7,   6.8 x 5.2 mm.

[13] En las monedas de la colección del Banco Central de Costa Rica, los diámetros de los huecos miden 5.5 x 4.2,  5.6 x 4.2 mm

[14] Jorge Línes Canalías

[15] Braceaje : derecho de --- la acuñación de moneda ha sido considerada en la legislación de los pueblos, desde muy antiguos, como un derecho de regalía de la corona, estado o señor que tenía este privilegio, principio que es seguido en los tiempos modernos por los países que labran su moneda metálica por sus respectivas casas de moneda o emite la de papel o billete de banco, por intermedio de los bancos oficiales o particulares autorizados. La acuñación daba lugar a la imposición de dos clases de derechos : el de “braceaje” y el de “señoreaje” . El primero tenía por objetivo resarcir al estado o soberano el costo de los gastos de la fabricación de la moneda y el segundo era el beneficio del rey que por derecho propio le correspondía.

[16] En España, en su mayoría las monedas de cuatro reales eran de mayor tamaño que las de dos., no obstante, existieron  monedas de cuatro reales del mismo tamaño que las de dos. Estas monedas fueron reselladas y circularon como monedas de dos reales en Costa Rica.

[17] Tomas Soley Güell p. 33

[18] tomado del libro COINS OF THE WORLD

[19] colección Oscar De la Cruz  Segura

[20] colección Nelson Arrieta Piedra

[21] colección Nelson Arrieta Piedra

[22] J.B. = Juan Barth (oficial de la Casa de Moneda)

[23] Impronta : conjunto de tipos, leyendas y demás inscripciones y figuras del anverso y reverso de las monedas y medallas

[24] utilizaron la palabra CREZCA en el troquel, con “Z” y en algunos casos con “S”

[25] tomado del libro Contribución al estudio de las monedas de Costa Rica

[26] tomado del libro Las monedas Tipo de Costa Rica

[27] Foto suministrada por Ing. Agustín Muñante Moyano, colección Richard  N. Stuart

[28] Foto suministrada por Ing. Agustín Muñante Moyano, colección Richard  N. Stuart

[29] o KM-11 no se distingue con claridad

[30] tomado del libro Las monedas Tipo de Costa Rica

[31] tomado del libro Contribución al Estudio de las Monedas de Costa Rica

[32] foto tomada por Jorge Murillo Rivera colección Nelson Arrieta Piedra

[33] foto tomada por Jorge Murillo Rivera colección Nelson Arrieta Piedra

[34] Colección Nelson Arrieta  Piedra

[35] tomado del libro Contribución al Estudio de las Monedas de Costa Rica

[36] tomado del libro Contribución al Estudio de las Monedas de Costa Rica

[37] Tomas Soley Historia Monetaria de Costa Rica

[38] Tomas Soley Historia Monetaria de Costa Rica  p 88

[39] CB = Cruz Blanco (director de la Casa de Moneda)

[40] Valor legal o nominal:  Es el ficticio o irreal que el Estado generalmente da a la moneda que acuña, siendo por lo tanto independiente del verdadero intrínseco, del cual es generalmente superior.

[41] Tomas Soley  Opus cit  p 148

[42]        En su gran mayoría las monedas viéndolas en el anverso en tal posición que se pueda leer lo que dice y haciéndolas girar 180 grados sobre un eje imaginario vertical, veríamos el reverso el cual queda al revés.

En el caso de las medallas, esto no sucede ya que al hacerlas girar la cara contraria siempre se podrá leer.

[43] tomado del libro Historia monetaria de Costa Rica

   
   
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